miércoles, 11 de febrero de 2009
último capítulo
Cuando llegó el medico a la casa de Don Quijote y le vio dijo que seria mejor que se fuese confesando ya queno le quedaba demasiado tiempo de vida. Don Quijote al oír eso hizo llamar a sus amigos y les comenzó a decir que era consciente de todos los peligros en los que se había metido pero que ya había vuelto en sí y que ya era otra vez Don Quijote el Bueno. Sus amigos le intentaban animar diciéndole que pronto iban ser todos pastores y que Dulcinea ya estaba desencantada, pero Don Quijote les decía que no se burlaran de él que ya era cuerdo. Tras hacer testamento y dejar una clara muestra de que ya había vuelto a la cordura comenzó a criticar la actitud de Avellaneda que había escrito un libro falso acerca de estupideces como las
que él había vivido.
Antes de morir le dijo a su sobrina que, por favor, no se casara con un hombre que conociera las novelas de Caballerías ya que estas le acabarían llevando a la locura. Y tras decir esto Don Quijote falleció.
He de decir que lo que más me ha gustado de leer Don Quijote de la Mancha es el hecho de que sus protagonistas, Don Quijote y Sancho, son dos mundos completamente diferentes pero que a la vez se complementan y en todo momento se ayudan e incluso dejan de actuar como lo hacían habitualmente y se comportan de una manera que nos hace pensaren el otro personaje.
Para finalizar mi flog también he de decir que leer el Quijote en un principio imaginaba que me costaría muchísimo leerlo pero al leer mucha parte en clase y hacer este blog me ha hecho cambiar completamente de actitud y decir que para nada no es un pèsimo libro.
sábado, 24 de enero de 2009
Clavileño
Clavileño es el nombre del caballo de madera con el que unos duques gastan una broma a Don Quijote y Sancho Panza en la segunda parte de la novela de Miguel de Cervantes.
Clavileño el Alígero, como su nombre y apodo indican, es una estructura de madera en forma de caballo con una clavija en la cabeza con la que se controlan sus movimientos, que les es presentada a los burlados como un ser capaz de volar con ligereza hasta los cielos.
La Dueña Dolorida (la Condesa Trifaldi) les asegura que sólo si Don Quijote y Sancho cabalgan por el firmamento a lomos de Clavileño podrán quedar libres ella misma y otras doncellas del crecimiento de las espesas barbas que las aqueja por causa de un encantamiento. Cuando el encantador Malambruno envía la máquina, Sancho, aterrorizado, se niega pero por fin acepta con reticencia. Ambos montan en la grupa del caballo con los ojos vendados y una serie de movimientos y trucos les hacen creer que en realidad están volando.
Esta burla, de los duques, hacia Don Quijote y Sancho Panza jamás fue creída por Sancho Panza.
sábado, 17 de enero de 2009
Poema de Don quijote a Dulcinea
jueves, 15 de enero de 2009
Sansón Carrasco, el bachiller
El bachiller Sansón Carrasco es uno de los personajes ficticios que aparece en la novela Don Quijote de la Mancha escrita por Miguel de Cervantes. A diferencia de Don Quijote, Carrasco elige voluntariamente convertirse en caballero andante con el único propósito de vencer a Don Quijote y así, bajo las reglas de la caballería, obligarlo a retirarse para que pueda ser curado de su locura.
La primera vez que se enfrenta Carrasco a Don Quijote lo hace como el Caballero de los Espejos y es derrotado. La segunda vez, como el Caballero de la Blanca Luna, lo derrota y le obliga a retirarse de la caballería por un año. Don Quijote cumple su promesa y se retira.
En la obra teatral musical "El hombre de La Mancha", Carrasco es el Dr. Carrasco, con un bachiller de ciencia de la Universidad de Salamanca. Es el novio de Antonia Quijana, la sobrina de Alonso Quijano/Don Quijote, y le parece que Quijote está loco y es una amenaza a la sociedad. Sin embargo, él decide que necesita curarle. Finalmente, como el Caballero de la Blanca Luna, el Dr. Carrasco derrota a don Quijote.
miércoles, 7 de enero de 2009
Capítulo LII
Don Quijote le dijo al cabrero que si no fuera por que no podían comenzar una nueva aventura iría a buscar a Leandra y se la traería junto a él, intentando no incumplir ninguna norma de caballería. El cabrero preguntó que quien era aquel hombre que hablaba de esa manera. Cuando se enteró de quien era Don Quijote opinó que
debía estar loco ya que su forma de hablar no era normal. Cuando Don Quijote escuchó esto comenzó a insultar al cabrero diciéndole que era él quien estaba loco, y de este modo se enzarzaron en una pequeña pelea de la cual salió Don Quijote perdiendo, como siempre.
Al poco tiempo vió Don Quijote a un grupo de personas en procesión que llevaban a una imagen, cubierta con un paño, a una ermita cercana para pedir por la sequía. Don Quijote al ver esto arremetió contra ellos. Don Quijote partió con su espada uno de los palos que llevaba un hombre pero este hombre golpeó a Don Quijote tirándolo al suelo.
Cuando Sancho vio a Don Quijote tirado en el suelo(que no es la primera vez que se nos describe en esta situación) pensó que estaba muerto y comenzó a lamentarse por la muerte de su amo. Cuando Don Quijote volvió en sí le dijo a Sancho que debían volver a casa y esperar un tiempo para salir de nuevo. Después de esto continuaron el viaje Don Quijote, Sancho, el cura y el Barbero.
Cuando Don Quijote volvió a casa le estaban esperando el Ama y la Sobrina las cuales se ocuparon de que Don Quijote descansara en paz y tranquilidad. Sancho manifestó su gran alegría por las aventuras que tuvieron y manifestó su intención de volver con Don Quijote.
debía estar loco ya que su forma de hablar no era normal. Cuando Don Quijote escuchó esto comenzó a insultar al cabrero diciéndole que era él quien estaba loco, y de este modo se enzarzaron en una pequeña pelea de la cual salió Don Quijote perdiendo, como siempre.
Al poco tiempo vió Don Quijote a un grupo de personas en procesión que llevaban a una imagen, cubierta con un paño, a una ermita cercana para pedir por la sequía. Don Quijote al ver esto arremetió contra ellos. Don Quijote partió con su espada uno de los palos que llevaba un hombre pero este hombre golpeó a Don Quijote tirándolo al suelo.
Cuando Sancho vio a Don Quijote tirado en el suelo(que no es la primera vez que se nos describe en esta situación) pensó que estaba muerto y comenzó a lamentarse por la muerte de su amo. Cuando Don Quijote volvió en sí le dijo a Sancho que debían volver a casa y esperar un tiempo para salir de nuevo. Después de esto continuaron el viaje Don Quijote, Sancho, el cura y el Barbero.
Cuando Don Quijote volvió a casa le estaban esperando el Ama y la Sobrina las cuales se ocuparon de que Don Quijote descansara en paz y tranquilidad. Sancho manifestó su gran alegría por las aventuras que tuvieron y manifestó su intención de volver con Don Quijote.
Capítulo XXX- Que trata del curioso discurso que hizo don Quijote de las armas y las letras-
En este capítulo se ve como Don Quijote habla del soldado, de cómo es la persona más pobre que hay en el mundo ya que tiene que sobrevivir con los mínimos recursos existentes y aun así consigue sacarle el mayor partido a cualquier situación difícil. También les dijo que los menos premiados en la guerra y los más importantes en ella son los pobres soldados, que además suelen morir en ellas.
También comparó el trabajo de los letrados con el trabajo de los soldados ya que trabajan muchísimo más los soldados que los letrados y en realidad es muchísimo menor la recompensa que recibe un soldado.
También afirmó que es necesaria la presencia de los letrados ya que sin ellos no habría leyes y sin leyes no se podrían defender los reinos y sin las leyes no se podrían defender los caminos y sin esto no habría seguridad ni la gente podría ir tranquilas por las calles.
Una vez hubo concluido la conversación de Don Quijote el cautivo dijo que ahora iban a oír el verdadero discurso y cuando todos estaban dispuestos a lo que éste iba a decir, Don Quijote empezó su esperado discurso.
También comparó el trabajo de los letrados con el trabajo de los soldados ya que trabajan muchísimo más los soldados que los letrados y en realidad es muchísimo menor la recompensa que recibe un soldado.
También afirmó que es necesaria la presencia de los letrados ya que sin ellos no habría leyes y sin leyes no se podrían defender los reinos y sin las leyes no se podrían defender los caminos y sin esto no habría seguridad ni la gente podría ir tranquilas por las calles.
Una vez hubo concluido la conversación de Don Quijote el cautivo dijo que ahora iban a oír el verdadero discurso y cuando todos estaban dispuestos a lo que éste iba a decir, Don Quijote empezó su esperado discurso.
Capítulo XXXVI- Que trata de la brava y descomunal batalla que don Quijote tuvo con unos cueros de vino tinto,con otros raros sucesos que en la[...]
Se encontraban en la puerta de la venta el ventero cuando vió como se acercaban a la venta una tropa de huéspedes. Le preguntó Cardenio al ventero cuantos eran los posibles visitantes, a lo que respondió el ventero diciéndole que eran cuatro a caballo, dos a pie y una mujer vestida de blanco. Al oír esto Cardenio entró en la habitación de Don Quijote.
Cuando llegaron los caballeros a la venta se apearon de los caballos y trasladaron del sillón a una silla, que estaba próxima a la habitación de Don Quijote, a la misteriosa mujer.
Todos se preguntaban quien sería esta extraña mujer pero nadie daba respuesta a las preguntas que Dorotea hacia a los mozos. Cuando Cardenio se enteró de quién era esa misteriosa mujer se dió cuenta que la conocía y comenzó una larga conversación con ella, pareciendo que se la estaba disputando con Fernando, el caballero que la había trasladado del sillón a la silla. Al poco tiempo se descubrió que la mujer se llamaba Luscinda y no Micomicona como había dicho Sancho con anterioridad.
Cuando llegaron los caballeros a la venta se apearon de los caballos y trasladaron del sillón a una silla, que estaba próxima a la habitación de Don Quijote, a la misteriosa mujer.
Todos se preguntaban quien sería esta extraña mujer pero nadie daba respuesta a las preguntas que Dorotea hacia a los mozos. Cuando Cardenio se enteró de quién era esa misteriosa mujer se dió cuenta que la conocía y comenzó una larga conversación con ella, pareciendo que se la estaba disputando con Fernando, el caballero que la había trasladado del sillón a la silla. Al poco tiempo se descubrió que la mujer se llamaba Luscinda y no Micomicona como había dicho Sancho con anterioridad.
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