miércoles, 7 de enero de 2009

Capítulo XXXVI- Que trata de la brava y descomunal batalla que don Quijote tuvo con unos cueros de vino tinto,con otros raros sucesos que en la[...]

Se encontraban en la puerta de la venta el ventero cuando vió como se acercaban a la venta una tropa de huéspedes. Le preguntó Cardenio al ventero cuantos eran los posibles visitantes, a lo que respondió el ventero diciéndole que eran cuatro a caballo, dos a pie y una mujer vestida de blanco. Al oír esto Cardenio entró en la habitación de Don Quijote.
Cuando llegaron los caballeros a la venta se apearon de los caballos y trasladaron del sillón a una silla, que estaba próxima a la habitación de Don Quijote, a la misteriosa mujer.
Todos se preguntaban quien sería esta extraña mujer pero nadie daba respuesta a las preguntas que Dorotea hacia a los mozos. Cuando Cardenio se enteró de quién era esa misteriosa mujer se dió cuenta que la conocía y comenzó una larga conversación con ella, pareciendo que se la estaba disputando con Fernando, el caballero que la había trasladado del sillón a la silla. Al poco tiempo se descubrió que la mujer se llamaba Luscinda y no Micomicona como había dicho Sancho con anterioridad.

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